La pila humana

Angelique Cottin era una joven francesa que vivía en el pueblo de La Perriere. A los catorce años, maravilló a los científicosde la época con una extraña capacidad. Al parecer, la energía eléctrica que normalmente circula en el cuerpo de todos nosotros, alcanzaba dimensiones descomunales en ella, generando efectos visibles sobre las personas y objetos que la rodeaban.

Todo comenzó cerca de las ocho de la noche, el 15 de enero de 1846. Angelique se encontraba con otras jóvenes, cociendo guantes en un telar, cuando éste comenzó a mecerse como si tuviera voluntad. Las adolescentes huyeron espantadas a contárselo a los vecinos, quienes no creyeron una palabra. Entonces volvieron al lugar, una a una, acercándose al telar; cuando fue el turno de Angelique, éste comenzó a vibrar nuevamente, al tiempo que ella comenzaba a sentir una extraña atracción hacia el objeto.
En primera instancia los padres atinaron a llevarla con el párroco local, temiendo que estuviese poseida. Sin embargo, tras constatar los hechos en persona, el sacerdote les sugirió buscar ayuda médica.
Los síntomas empeoraron, y su interacción con los objeto se tornó más intensa. Cuando intentaba sentarse en una silla, ésta era empujada en dirección opuesta; en otra oasión una mesa comenzó a levitar al ser tocada por la joven, e inclusive las personas en su presencia persibían shocks eléctricos. En más de una ocasión resultó herida por éstos incidentes, durante los cuales su corazón solía alcanzar las 120 pulsaciones por minuto, e inclusive le provocaban convulsiones. Estos efectos solían cesarpor dos o tres dían, para luego reiterarse.

Tras consultar con médicos, la llevaron a la cademia de Ciencias de París, donde le efectuaron numerosas prubas. Allí pudieron constatar que esa fuerza repulsiva parecía brotar del costado izquierdo de su cuerpo, siendo particularmente intensa en la muñeca izquierda y bajo la pelvis. Al ocurrir los ataques, el lado izquierdo de su cuerpo adquiría una temperatura mayor que el derecho, y comenzaba a sufrir temblores que eran transmitidos a cualquiera que la tocara.
También notaron que estas experiencias electromagnéticas, si bien eran esporádicas, sucedían con mayor frecuencia al atardecer, entre las siete y las nueve de la noche.
Al acercar una aguja supendida en reposo, ésta comenzaba a vibrar al compás de los movimientos de su brazo. Someterla al contacto con el polo norte de un imán era causal de fuertes shocks, en tanto el polo sur parecía no surtir ningún efecto.
Los científicos no pudieron encontrar explicación alguna a ésto.

Debido a la precariedad en que vivía la familia, los padres convencieron a la joven de comenzar a realizar presentaciones en público. Los ataque cesaron abruptamente el 10 de abril de 1846, tras lo cual habrían continuado las actuaciones, elaborando engaños que disimularan su "estado normal". Así concluyeron las experiencias de la chica eléctrica.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso pasó realmente? Que loco!! Bueno el blog!